Porque las palabras importan

Las palabras importan y si no, que se lo digan a Valdés, que está esperando que el Comité de Competición le imponga una sanción por unas palabras desafortunadas dirigidas al árbitro que pitó el pasado derbi. El Comité está estudiando si es lo mismo decir “no tenéis vergüenza” que decir “sin vergüenza”, menosprecio frente insulto. Veremos que deciden. Igual nosotros no tenemos un comité disciplinario que juzgue lo que decimos o cómo lo decimos, pero si tenemos un receptor al que le llegan nuestras palabras y desde luego, éstas pueden generar impactos no deseados.

Muchas veces decimos a nuestros deportistas, entrenadores, empleados, familiares o amigos lo primero que se nos pasa por la cabeza sin pensar en las consecuencias. ¿Es lo mismo decir “debes escucharme” que “me gustaría que me escucharas”?, ¿“necesito tu ayuda” que “tienes que ayudarme”? o ¿“eres un inútil” que “esta vez te has equivocado”? Abrimos la boca y las palabras salen sin mesura y etiquetamos, juzgamos, imponemos obligaciones y amenazamos.

Y no hablamos solo con la gente de nuestro alrededor, también lo hacemos con nosotros mismos. Continuamente nos decimos “debo hacerlo mejor” en lugar de “intentaré hacerlo mejor” o “no quiero perder” en vez de “deseo ganar”. Las palabras importan y hacen mella en nuestra autoestima, nuestra seguridad y nos predisponen hacia un camino de éxitos o fracasos.

Debemos cuidar la forma en que nos dirigimos hacia los demás y hacia nosotros mismos. Si quieres que la comunicación sea una herramienta que sume y no que reste, sigue estos consejos:

  • Evita las amenazas: producen miedo, sumisión y sentimiento de hostilidad.
  • Pide, no ordenes. Una cosa es que tengas que decir lo que hay que hacer y otra es que descalifiques, no pidas nunca opinión o conviertas tu campo en una dictadura.
  • Puedes señalar comportamientos que no te gustan de la otra persona, pero no la juzgues en su totalidad por un solo comportamiento; es decir: porque un día un jugador no trabaje a pleno rendimiento no lo convierte en un vago. Utilizar etiquetas hace que solo veas esa parte de la persona y no le des oportunidad a que te demuestre lo contrario; ni si quiera cuando al que etiquetas es a ti mismo.
  • Nadie está obligado a nada a no ser que esté haciendo daño a otra persona. Evita hacer sentir culpable a los de tu alrededor con expresiones como “deberías”, “tendrías que” o “será mejor que tú…”.
  • No des por supuesto que los demás te están entendiendo. La comunicación está gran sujeta a equívocos, malas interpretaciones, etc. Especialmente, cuando trates algún tema delicado, asegúrate de que tu mensaje llega correctamente.
  • Utiliza expresiones de afecto hacia la otra persona, te ayudará cuando tengas algo difícil que decir.

Cuida lo que dices y cómo lo dices, pues las palabras se las lleva el viento, pero el daño que hacemos con ellas, permanece para siempre.
 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa

Deja una respuesta

Post relacionados

Guía de viaje para conseguir tus objetivos.

Si eres de los que se proponen nuevos objetivos al empezar el año, pero ya a mitad de enero, te has quedado en el intento, te interesa esto que te voy a contar: el camino que has escogido, no es el correcto. Y sí, hablamos de camino, porque llegar a una meta no es otra … saber más

No vendas la piel del oso

Eso es justo lo que hicieron ayer los seguidores de la UD Las Palmas: viendo ya a su equipo en Primera, invadieron el campo, el árbitro tuvo que parar el partido y los jugadores (de ambos equipos) vieron interrumpida su competición. El qué hubiera pasado sin esta invasión es un misterio, pero el resultado final … saber más

Aprender a estar solos ¿Por qué tenemos miedo a la soledad?

Si hay algún miedo común que llega a mi consulta es el miedo a estar solos. Detrás de trastornos como la dependencia emocional, ansiedad, baja autoestima, la falta de asertividad o la depresión, el miedo a la soledad suele estar a la base de estos. ¿Por qué es tan frecuente? Porque por mucho que queramos … saber más

El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo

La semana pasada os recomendé un pequeño decálogo sobre cómo sobre llevar la cuaretena y os di 70 ideas para ocupar el tiempo ocioso. Hoy me quiero centrar en los síntomas más frecuentes que me estoy encontrando en mis pacientes y quiero daros algunos consejos para reducirlos. Empecemos por los niños: el tiempo pasa igual … saber más

El síndrome Post-Erasmus. Europa, ¡que voy!

Algunos estudiantes que vuelven de Erasmus sufren lo que se ha denominado el «Síndrome PostErasmus» una serie de síntomas relacionados con la apatía y la añoranza de lo dejado atrás junto con una falta de interés por la ciudad de origen y todo lo que encuentran a su regreso. Puedes leer el artículo completo en … saber más