Fatiga mental en el deporte de alta competición - Zoraida Rodríguez

Fatiga mental en el deporte de alta competición

Hoy en día nadie duda de la importancia de prevenir la fatiga física en el deporte de alta competición. Los entrenadores piden a sus preparadores físicos que calculen las cargas de trabajo y les ayuden a planificar bien los entrenamientos. Sin embargo, a veces nos encontramos con calendarios sobresaturados, periodos inexistentes de descanso e incluso, viajes mortales entre competiciones que no permiten al deportista descansar lo que debiera. Y por supuesto, todo deportista tiene una vida personal que gestionar, que supone también un esfuerzo que a veces no es tenido en cuenta.

Además, aunque parezca que al hablar de alta competición sólo incluimos en la fatiga mental a olímpicos, deportistas que compiten a nivel nacional o grandes futbolistas, no nos engañemos. A mi consulta acuden jóvenes deportistas que entre estudios, entrenos y competiciones, poco tiempo tienen para el descanso, ¡y ya ni menciono el ocio!

¿Cómo podemos reconocer la fatiga mental? El deportista presenta principalmente estos tres síntomas:

  1. Fatiga en general: el deportista se encuentra cansado, agotado emocionalmente, embotado. Tiene una sensación de falta de energía y su rendimiento por tanto, se ve afectado. Pero ya no es sólo en competición dónde se puede observar este decaimiento, sino incluso, en los entrenamientos. El deportista ya no entrena igual, empieza a dejar incluso entrenos a medias o no llega al 100% en ellos.
  2. Hastío hacia su deporte: lo que antes era un placer, una diversión, ya se convierte en un suplicio. Juan me contaba que siempre se ha calzado las zapatillas con ganas antes de montarse en la bici. Ahora, sólo se subía en ella porque sabía que debía hacer kilómetros para no perder la forma, para rendir algo en la siguiente carrera, pero ya no era lo mismo. Acudió a mí porque no lograba entender cómo algo que le apasionaba tanto, a lo que dedicó su vida, ahora le parecía la mayor de las torturas. Subirse a la bici era ahora sólo una obligación pero lo hacía con desgana y si dejaba el entrenamiento, se sentía culpable; pero llevarlo a cabo no le satisfacía en absoluto. El problema de este hastío es que se generaliza. El deportista ya no sólo odia el deporte en sí, odia el lugar dónde entrenas (el campo, la piscina, el tapiz…), la gente, a tu entrenador y hasta esa parte de ti.
  3. Devaluación deportiva: esta carga mental te impide concentrarte, tener reflejos, gestionar mentalmente la exigencia de la competición, saber controlar tu nivel de activación o tu estrés… Y claro está, los resultados comienzan a decaer. Nace aquí el tercer pilar que se carga todo lo que habías construido hasta este momento: lo que tú considerabas como “tu valía deportiva”. De repente, la autoeficacia decae, el deportista se siente poco válido en su deporte, “malo” y sin posibilidades de éxito, lo cual, junto con ese hastío y ese cansancio, lo empujan fácilmente a la retirada deportiva.

¿Por qué ocurre esto? Desde esa mala planificación de calendario, a la sobrecarga de trabajo pasamos por unas exigencias demasiado altas, expectativas inalcanzables y unos objetivos poco realistas planteados desde el inicio de temporada. Aquí es donde entra la labor del psicólogo deportivo, ayudando al deportista a gestionar adecuadamente qué espera de su deporte y de sí mismo, apoyándose en técnicas que le hagan trabajar en su fortaleza mental, gestión del estrés y presión, concentración, tolerancia al fracaso, etc.

Zoraida Rodríguez Vílchez
www.zrpsicologos.es
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Post relacionados

Celos

¿Quién no los ha sentido alguna vez? Celos por la pareja, porque mi mejor amigo pasa más tiempo con un nuevo compañero de clase o porque mi entrenador le presta más atención a otro chico del equipo que a mi… cuando siempre he sido su “deportista con mayor talento”. Los celos son una emoción compleja … saber más

Cómo perder el miedo a cambiar de trabajo

Procesos para perder el miedo. Todos sabemos que lo nuevo siempre genera un poco de miedo, incertidumbre, etc. Por ello, debemos saber que un cambio de trabajo con todo lo que ello implica nos generará seguramente estas emociones. Seguramente aparezca también miedo a no realizar bien el trabajo, “a no dar la talla”, esto se … saber más

Los fantasmas de la concentración.

Cualquier acción, incluso la más sencilla, requiere concentración. Si tenemos la mente puesta en cualquier lugar menos en el que nos encontramos en ese momento, será muy difícil que hagamos con éxito la acción que estemos ejecutando. Da igual que hablemos de fútbol, tenis, natación o incluso de nuestro trabajo o vida diaria; si nuestra … saber más

Aprende a diferenciar emociones de sentimientos

La comprensión de nuestras emociones y sentimientos es fundamental para nuestro bienestar mental. A menudo, usamos estos términos de manera intercambiable, pero en realidad, tienen significados distintos. Aprender a diferenciarlos puede mejorar nuestra salud emocional y nuestras relaciones. ¿Qué son las emociones? Las emociones son respuestas automáticas y breves a estímulos internos o externos. Se … saber más

En qué consiste el Síndrome del Niño Emperador

El Síndrome del Niño Emperador es un comportamiento en el que el niño muestra una actitud autoritaria y manipuladora hacia sus padres, logrando controlar casi todos los aspectos de la vida familiar. Este fenómeno se ha vuelto cada vez más común en muchos hogares, y es un tema que preocupa a los psicólogos y educadores … saber más