Trastornos de la conducta alimentaria en deportistas de élite

Christy Henrich era una gimnasta de élite a finales de los 80. Su sueño: formar parte del equipo olímpico de su país, Estados Unidos, en 1988. Un día un juez le dijo que nunca podría alcanzar su sueño si no comenzaba a perder peso. Poniéndose manos a la obra, redujo su dieta a sólo una manzana al día, y algunos, a sólo una rodaja. Para ella formaba parte del entrenamiento. En el Campeonato del Mundo de 1989, EE.UU. quedó en cuarta posición, al igual que Christy en las barras. Aquí se detuvo su carrera, pues enfermó y se tuvo que retirar en 1991. Comenzó la rutina de ingresos y altas hospitalarias. Su única obsesión (antes, el deporte) era no comer. En 1994 murió, con 22 años y 29 kilos de peso, de disfunción multiorgánica. Existía otra víctima de la anorexia y una gran atleta menos.

La preocupación por el peso corporal es algo habitual entre los deportistas de élite, pues deben enfrentarse a las exigencias de la alta competición, en las que el rendimiento suele estar asociado con un peso determinado. Los números que marcan la báscula se convierten en un “estresor” constante para muchos deportistas, que se siente obligados a recurrir a métodos de pérdida de peso para poder practicar su modalidad deportiva sin complejos y sin críticas.

La alimentación es la base energética y material de todos los procesos vitales, por lo cual, el rendimiento está en función de la alimentación. Sin embargo, entre algunos deportistas y sus entrenadores está extendida la idea de que el rendimiento deportivo se puede mejorar con la reducción del peso anormal. En muchos deportes, esta presión por adelgazar se acompaña con la presión del tiempo, es decir, se pretende que el deportista pierda peso en un breve periodo de tiempo. También nos encontramos con el caso de aquellos deportistas que entrenan con un peso corporal superior y poco antes de la competición lo pretenden disminuir rápidamente a través de ayuno, laxantes, diuréticos, etc.

Esta relación anormal con la comida y la alta preocupación por el peso corporal lleva a menudo a los deportistas a desarrollar algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TCA).

La relación del deportista con su entrenador es a menudo especial. Muchos deportistas comienzan a entrenar a edades muy tempranas y pasan mucho, si no la mayor parte, de su tiempo junto con sus entrenadores. A menudo estos adquieren el rol de confidentes, de soporte y apoyo de los deportistas. El tiempo que pasan juntos los hace protagonistas en la detección de los primeros síntomas de un TCA.

Entrenador, aquí tienes algunos signos que pueden hacerte pensar que tu deportista está en riesgo de sufrir un TCA.

  • Comentarios frecuentes en relación al peso y preguntas al respecto.
  • Reducciones de peso por debajo del peso de competición ideal establecido para el atleta y continuación después del final de la temporada.
  • Comer a escondidas, por ejemplo en los dormitorios o armarios, picar en la cocina.
  • Desaparecer repentinamente después de las comidas, sobre todo cuando se ha comido demasiado.
  • Nerviosismo o agresividad aparentes cuando no existe la posibilidad de estar solo después de la comida.
  • Actividades físicas inútiles y excesivas que no estén incluidas en el programa de entrenamiento.

A parte de estos signos puede ser de gran ayuda tener en cuenta que los deportistas con TCA suelen tener baja autoestima, dificultades en solucionar los problemas y manejar el estrés. Entrenador, ¡bien atento! Puede que tú seas el primero en detectar estos signos.

 

Zoraida Rodríguez Vílchez
www.zrpsicologos.es
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Post relacionados

El estado de flow o fluir

¿Has sentido alguna vez que aquello que estabas realizando parecía que salía solo, sin esfuerzo? ¿Has tenido la sensación de que dominabas perfectamente la tarea de la que te ocupabas y el tiempo pasaba sin darte cuenta porque estabas totalmente absorto y disfrutando? Todos hemos experimentado alguna vez esta sensación, ya sea en el trabajo, … saber más

Superar una infidelidad

¿Es posible superar una infidelidad?, ¿es posible olvidar y seguir confiando ciegamente en tu pareja?, ¿se es capaz de amar después de esto? Mi respuesta, de primeras, quizás no te sea muy esclarecedora: depende cómo seas tú. Déjame explicarme algo mejor… Cada uno de nosotros tenemos diferentes formas de ver la vida. Desde el punto … saber más

La comunicación lo es todo

No sabemos comunicarnos. Y la comunicación lo es todo. Es nuestra forma de relacionarnos: la única, la eficaz. Porque si esperamos a que los demás adivinen qué necesitamos para dárnoslo, estamos apañados. Nos falta asertividad en nuestra comunicación. Es capacidad para decirnos las cosas de forma clara, abierta, sin dar rodeos, y por supuesto, sin … saber más

Ansiedad infantil: causas, síntomas y tratamiento

La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos, incluidos los niños. Sin embargo, cuando se vuelve frecuente o intensa, puede afectar el bienestar, las relaciones y el rendimiento escolar de los más pequeños. Reconocer la ansiedad infantil y aprender a gestionarla a tiempo es fundamental para ayudar a los niños a desarrollar seguridad, resiliencia … saber más

Lo hice, lo haré.

La mente es una máquina compleja que funciona, a veces, a su parecer. Llevamos siglos intentando entender su funcionamiento y en nuestro día a día nos sorprende la incoherencia de su modus operandi. Dicen que somos seres racionales y que el cerebro está hecho para ayudarnos a sobrevivir y dar un paso más allá respecto … saber más

¿Por qué mienten las personas?

Empezamos a mentir a los 5 años, cuando nuestro cerebro está preparado para distinguir realidad de fantasía y se hace consciente de que puede utilizar esa mentira con algún fin. Nuestros hijos empiezan “mintiendo” jugando (“Mamá, vamos a hacer que tú eres la seño y yo la alumna”), puesto que la definición de la mentira … saber más