Respirar, funciona

Miles son las búsquedas en internet relacionadas con el tema del estrés: cómo combatirlo, cómo superar la presión, cómo controlar los nervios… Buscamos cada vez técnicas más complejas y nos olvidamos de la más simple: la que ya sabíamos nada más nacer: respirar. Y es que respirar, funciona.

En deporte, las exigencias de la competición, las expectativas de entrenadores y familiares, y tus propios objetivos hacen que aumente tu nivel de estrés y ansiedad.  Te encuentras nervioso, a veces bloqueado, tu cuerpo se tensa demasiado y necesitas darle una solución si deseas que tu rendimiento sea el que corresponde a tus entrenamientos.

Lo primero que tenemos que hacer es entender qué nos ocurre en cualquier situación en la que nos ponemos nerviosos. Nuestro organismo ha sido creado para reaccionar ante el peligro. La principal función de nuestro cuerpo es la supervivencia. Así que, cuando existe una amenaza (o tu cerebro así lo cree) activa el mecanismo de lucha o huida para hacer frente a esa amenaza. El sistema nervioso simpático se encarga de ella. El corazón late más deprisa para hacer llegar sangre a todos los músculos de nuestro cuerpo; éstos a su vez se tensan, para dar una respuesta rápida; tu digestión se para (en ese momento, obviamente no necesitas estar ocupado en esos menesteres) y por supuesto, tu ritmo de respiración cambia. Necesitas oxígeno que sirva de combustible a cada célula de tu cuerpo; por tanto, comienzas a respirar de forma más acelerada. Estás preparado para luchar o huir y una vez que la amenaza se neutraliza, para esta respuesta. De ello, se encarga el Sistema Nervioso Parasimpático. Vuelta a la normalidad.

El problema es cuando realmente no hay amenaza, sino que tu cerebro lo interpreta como tal. No necesitas ni luchar ni huir contra nada, sino simplemente seguir haciendo lo que estás haciendo (competir, entrenar o llévatelo a tu vida personal: dar esa charla, iniciar una conversación con la chica que te gusta o poner una reclamación). Pero tú sigues respirando agitadamente y entonces comienzas a hiperventilar. Hiperventilar es respirar por encima de las necesidades fisiológicas, reduciendo la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en sangre. Los niveles de CO2 juegan un papel importante en la hiperventilación en dos sentidos:

  • La respiración está controlada por este nivel de CO2. Al respirar aceleradamente, reducimos los niveles de CO2 y se manda una orden al cerebro para que deje de respirar – no tomar más oxígeno- para equilibrarlos. Esto se percibe como sensación de ahogo (puede llevar incluso a sufrir ataques de pánico) y por tanto, se respira aún más y empeora esta sensación y aparecen los siguientes síntomas.
  • Hormigueo, mareos, palpitaciones, perturbaciones estomacales, temblores… Esto se debe a que la sangre tiene que tener un equilibrio ácido/base. El exceso de CO2 aumenta la alcalinidad de la sangre, cambiando la forma en la que ésta circula por el cuerpo y cerebro y produciendo esas sensaciones tan incómodas.

Todo esto implica que debemos reducir el número de respiraciones de forma que disminuyamos el nivel de oxígeno que ya hemos tomado. Una técnica muy eficaz es la técnica 4-1-8-1. Lo ideal es seguir el ritmo de tus pulsaciones: inspiras durante 4 pulsaciones, mantienes el aire 1 pulsación, y sueltas muy poco a poco el aire durante 8 pulsaciones, manteniendo de nuevo 1 pulsación más. Así equilibras los niveles de oxígeno en sangre, reduces los síntomas anteriores y vuelves poco a poco a un estado de calma. Repite esta frecuencia las veces que necesites hasta lograr ese estado. Recuerda: respirar, ¡funciona!

00

 

Zoraida Rodríguez Vílchez

www.zrpsicologos.es

@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Post relacionados

Psicología deportiva. Beneficios

Muchas veces nos preguntamos qué diferencia a un deportista de éxito de otro que se queda en el camino. Está claro que para triunfar tienes que tener un talento, y cada uno de nosotros ha elegido su camino en función del suyo: por eso tú te has decidido por el atletismo, la natación o el … saber más

Castigados sin fútbol.

César Guisado ha contado conmigo como psicóloga deportiva para este artículo. ¿Qué hacer con tus hijos deportistas si sacan malas notas?, ¿castigados sin fútbol?, ¿hincarán mejor los codos así o por el contrario puede ser beneficioso que sigan practicando su deporte? Puedes descargar el artículo completo pinchando:   Zoraida Rodríguez VílchezContenido supervisado por Zoraida Rodríguez, … saber más

¿Qué es un mitómano? Causas y síntomas

“Bueno, es una mentira piadosa”, “ha sido una mentirijilla, no tiene importancia” “solo te he mentido para que no te preocuparas”. ¿Todas estas preguntas te son familiares? ¿Las has escuchado o pronunciado muy a menudo?Existe una diferencia esencial entre mentir esporádicamente, respondiendo a tus factores de personalidad y el contexto en el que te encuentres, … saber más

Tipos de apego y repercusiones

El tipo de apego que establecemos con nuestros hijos puede ser relevante y decisivo para el resto de la vida del niño. Pero, ¿qué es el apego? El apego deriva de la interacción que se produce entre los padres y el hijo y la capacidad de esta relación de proporcionar, o no, seguridad, cercanía, protección … saber más

El poder de las expectativas

Comienza de nuevo el Campeonato de Fórmula 1 y todos tenemos grandes esperanzas en lo que Alonso pueda conseguir este año. Sin embargo, no solo predecimos los resultados en este deporte. En el fútbol profesional, a principios de temporada, ya vaticinamos quién va a ganar la Liga o qué equipo estará en puestos altos de … saber más

Pretemporada: las bases para un proyecto sólido.

En estas fechas arranca la pretemporada para muchos deportes. Esta etapa es fundamental para asentar las bases que permitirán sacar todo el jugo del equipo y de cada uno de sus integrantes a lo largo de la competición. Cada inicio de temporada comienza un grupo nuevo. No importa que haya jugadores del año pasado, hay … saber más