La soledad del líder

Revisando la prensa deportiva unas declaraciones de Anquela me han hecho reflexionar: “Si me dejo llevar por el ambiente, hace tres meses me habría cortado las venas”. Y es que si seguimos revisando titulares, vemos cómo Aguirre en su debut con el Espanyol y Valverde en el Valencia necesitan empezar con buen pie y comenzar con una victoria; como Michel lucha por romper con las dos últimas derrotas, como Mourinho tiene que “convencernos” de su buena relación con Florentino o como un buen amigo, Lucas Alcaraz, ha cambiado la tierra de la Alhambra por tierras helénicas.

Estas y otras tantas noticias son las que nos llegan diariamente sobre el mundo de los entrenadores. Y habrá otras tantas de entrenadores de 3ª División, Regional, o del club donde juegan nuestros hijos de las que ni nos enteramos. Pero un hecho es evidente: “la soledad del líder”.

Podemos hacer un símil entre los entrenadores y el mundo de la empresa, en el que nos encontramos un jefe que dirige un grupo para alcanzar unos objetivos. Un líder que debe lidiar diariamente con mil problemas externos, y con otros tantos internos: trabajadores que se desmotivan, problemas entre los miembros del equipo, falta de claridad en las funciones, etc. Pero él tiene que seguir estando ahí arriba, fuerte y feliz, liderando su equipo. Y esto no es tarea fácil.

Desde la entrenadora de gimnasia del colegio de mi barrio al gran Mou, todos, todos, siguen siendo PERSONAS. Y en las “altas esferas” del liderazgo es muy fácil sentir la soledad. Todos necesitan:

  • Controlar su pensamiento y sus emociones, para no derrumbarse en los momentos difíciles y seguir tirando de la gente que tienen a su cargo.
  • Recordar porqué están ahí como líderes: cuáles son sus fortalezas por las que deben sentirse seguros y confiar en su trabajo.
  • Saber gestionar a su equipo, ejerciendo un liderazgo apropiado según las circunstancias y según las personas con las que traten (deportistas, prensa, directivos, padres…).
  • Saber comunicarse de forma eficaz para movilizar a los suyos hacia la consecución de sus objetivos.
  • Ser valientes y tomar decisiones arriesgadas y difíciles, que en ocasiones nos llevan lejos de nuestra zona de confort.
  • Tener a su alrededor gente que confíe realmente en ellos y los apoye cuando lo necesiten.

Quizás nuestra conducta como aficionados al deporte, padres de deportistas o trabajadores no tenga nada que ver con Tito Vilanova, pero quizás podemos empezar a cuidar nuestra conducta con el entrenador de nuestros niños, cuando vamos a ver al campo al equipo de nuestra ciudad o los comentarios que dejamos en la red. Ser líder de un grupo no es fácil y no siempre éstos tienen apoyo a su alrededor. Empezar a ser más empáticos con ellos, quizá no sería una mala idea…
Zoraida Rodríguez Vílchez para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Post relacionados

Cóctel de desconfianza

Viértase un buen chorreón de «observa solo tus errores» y deja de lado cada acierto que lleves a cabo (porque ese, sin duda, es sólo producto de la suerte). Incorpora siempre después de cada error un buen chorreón de autocritica de forma constante. Añade una buena cantidad de desvalorización y remueve bien fuerte. Para terminar, … saber más

Va de récords...

El ser humano no tiene límites. Día a día encontramos pruebas de ello. Cristiano Ronaldo es el jugador con más “hat-tricks” de la Liga. Que seas capaz 23 veces de marcar 3 goles en un partido, a esos niveles de competición, ya tiene tela. Su equipo no se queda atrás, con 18 victorias consecutivas esta … saber más

El poder de las expectativas

Comienza de nuevo el Campeonato de Fórmula 1 y todos tenemos grandes esperanzas en lo que Alonso pueda conseguir este año. Sin embargo, no solo predecimos los resultados en este deporte. En el fútbol profesional, a principios de temporada, ya vaticinamos quién va a ganar la Liga o qué equipo estará en puestos altos de … saber más

Te dejo, pero seamos amigos

“Seamos amigos”, es una frase que escuchan muchos de los pacientes que acuden a mi consulta. Marta, la escuchó, cuando Javier la dejó por cuarta vez. Esta ya era la definitiva. Tras una relación de vaivenes, de altos y bajos, en los que de rozar el cielo pasaban al infierno en segundos, su pareja decidió … saber más

Superar una derrota

Si tuviera una baraja de cartas en mis manos, ¿cuál sería la probabilidad de que la carta que sacara al azar fuera el as de tréboles? Cuatro palos, 13 cartas en cada uno de ellos: 52 cartas en total. La probabilidad es de una entre 52. Si volviera a meter la carta dentro de la … saber más

La pelusa

Hoy quiero hablaros de la pelusa que hay en mi casa que por más que barro, no se va. La condenada me ha declarado la guerra. Yo lo intento: paso el cepillo, friego o aspiro… desaparece… pero ¡vuelve la maldita! Siempre encuentra un pequeño resquicio por el que colarse y saludarme de nuevo: sale de … saber más