El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo

La semana pasada os recomendé un pequeño decálogo sobre cómo sobre llevar la cuaretena y os di 70 ideas para ocupar el tiempo ocioso.

Hoy me quiero centrar en los síntomas más frecuentes que me estoy encontrando en mis pacientes y quiero daros algunos consejos para reducirlos.

Empecemos por los niños: el tiempo pasa igual para ellos que para nosotros. Nuestros hijos están más aburridos, también les han privado la libertad, y encima, ¡ellos no salen ni al súper! Hay quienes, como los míos, solo tienen un mini balcón para que les del sol, tan necesario para su salud y la formación de sus huecos. ¡Ya no pido, ni que corran, solo que tomen su ración de vitamina D! Se va notando el cansancio y a veces están más desobedientes, o algo más nerviosos o pesados. Toma nota de estos consejos:

  • Aunque estés teletrabajando, sigue una rutina con ellos. ¡Como puedas! No quiero que te conviertas en su seño. Solo que los levantes a una hora parecida, los vistas y no pasen el día en pijama, les entretengas con alguna ficha o a dibujos (ya no te cuento si son más mayores y ellos solos son los que se meten en la plataforma y se gestionan sus deberes), luego pueden tener su tiempo de “recreo”, de ver la tele o de hacer ejercicio. A los niños les ayuda psicológicamente tener rutinas. Hace su día predecible, saben que toca en cada momento y les da estabilidad.
  • Sigue poniendo límites. Porque la situación sea excepcional no significa que puedan descuidar sus deberes, el orden en casa, ayudar con las tareas del hogar (ahora más que nunca tú también necesitas que te echen una mano). Utiliza recompensas y consecuencias para modular su comportamiento. Aquí tienes una técnica que te ayudará
  • Explica la situación de forma adecuada a su edad. Hay muchos cuentos online que te ayudarán a ello, si son pequeños. Si son mayores, evita detalles escabrosos, pero dales una información veraz.
  • Muchos niños, especialmente los hijos de sanitarios u otras profesiones esenciales, tiene miedo cuando ven a sus padres irse a trabajar. Ayúdales a reducir su miedo explicándoles cómo guardas las medidas de seguridad.
  • Intenta pasar tiempo de calidad con ellos, en los que dejes el móvil, el ordenador y las noticias y te centres en lo que a ellos les interesa. Nada calma más que la seguridad de tener a mi lado a mis papás.

Sigamos por nuestros mayores: ahora más que nunca la soledad es el impacto psicológico mayor que el coronavirus les está pasando. Antes tenían su paseíllo, sus tareas diarias… o algunos los teníamos saturados echándonos una mano, y de repente… todo eso se esfumó. ¿Qué podemos aportar?

  • Sé que tú también tienes tu día muy complicado, pero no los descuides. Usa la video conferencia para que vean a sus nietos, llámalos a diario aunque sea de forma breve, y recuérdales lo mucho que los echas de menos.
  • Dale tareas que hacer. Pídele que te busque aquellas antiguas fotografías y las ordenen, que las quieres ver cuando podáis juntaros de nuevo.
  • Dale ideas sobre cómo ocupar su tiempo libre. Aquí tienes algunas.

Y terminemos por nosotros, los adultos. Te voy a enumerar los síntomas más frecuentes que se observan y darte alguna idea para reducirlos:

  • Soledad: conecta con tus seres queridos. Es la hora de despolvar la agenda y tirar de contactos si te sientes solo, y sobre todo de quitarnos las vergüenzas y decirnos lo que nos queremos y pedirnos pasar “un rato juntos”. Hay muchas actividades que podemos hacer con otros on-line y no todo es la videollamada.
  • Miedo y ansiedad: consulta mi post “La psicología del miedo al coronavirus”.
  • Tristeza: ¿sabes para qué sirve la tristeza? Para superar y aceptar las perdidas. Y ahora hemos tenido un montón: empezando por la libertad, siguiendo por el trabajo y todos los reforzadores positivos habituales: salidas con amigos, ir al cine, a cenar, ver a la familia… Permítete conectar con la tristeza, pero ¡no olvides llenar tu vida con otros reforzadores a mano, adaptados a esta situación!

 

¡Ánimo a todos!

Zoraida Rodríguez Vílchez

www.zrpsicologos.es

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