Si el deporte es sano, ¿por qué nos ponemos tantas excusas?

Pasar 8 horas sentados delante de un ordenador, en el fondo, no es muy natural. Somos seres pensantes, sí, pero nuestro cuerpo no está diseñado para la inactividad. Seguro que muchos de vosotros habéis comprobado como un trabajo sedentario os carga la espalda, os contractura el cuello, y la panza comienza a ser cada vez más prominente… ¿me equivoco?

El ser humano es por naturaleza un ser activo, que necesita estar en movimiento. A nivel físico, los beneficios son evidentes, pero ¿y a nivel psicológico?

BENEFICIOS DEL DEPORTE Y DEL EJERCICIO SOBRE LA SALUD PSICOLÓGICA

Vivimos en un mundo lleno de exigencias, de tiempos límites que nos provocan un estrés continuo. Cuando sentimos esta emoción, en el cuerpo se libera “cortisol” una hormona que si está presente por largos periodos de tiempo en nuestro organismo, disminuye nuestro sistema nervioso inmune y nos predispone a enfermedades. Cuando practicamos deporte, nos liberamos de ésta y otras sustancias tóxicas, a la vez que descargamos adrenalinas y liberamos tensiones.

A la vez, la serotonina aparece ocupándose de que sientas sensaciones placenteras. La serotonina es un neurotransmisor que también aparece en momentos tan placenteros como el sexo, o cuando reímos y estamos felices. Por ese motivo, cuando practicamos ejercicio después nos sentimos tan bien. De hecho, en estado de ánimo negativos como en la depresión, se observa que este neurotransmisor se encuentra en niveles muy bajos. La producción de endorfinas también se genera, y se reducen los niveles de dolor y malestar. Y todo ello, mejora la calidad del sueño, pues nos sentimos más relajados y cansados.

Normalmente, el tiempo que realizamos ejercicio, solemos pasarlo acompañados. Vamos al gimnasio o salimos con nuestro grupo de running o bici, y es un buen momento para charlar, reírnos un rato y sentir el apoyo y el aprecio de otras personas. Es lo que se denomina “apoyo social”, factor amortiguador de padecer trastornos psicopatológicos como la depresión y la ansiedad.

Además, el ejercicio implica concentración y atención, lo que hace que éstas funciones cognitivas mejoren, y como tienes que estar pendiente de las instrucciones del monitor o de ejecutar correctamente los movimientos, suelos distraerte y olvidar las preocupaciones, dejando por un momento tu mente centrada solo en ese momento placentero y permitiéndote que cuando tengas que volver a ocuparte de ellas, tu mente esté más limpia y despejada.

El deporte es por naturaleza superación: tienes objetivos que superar, vas mejorando cada día con la práctica regular y te hace incluso plantearte retos, que quizás nunca hubieras imaginado ser capaz de alcanzar. Indudablemente, hace que tu autoestima y autoconcepto, mejore.

SI ES TAN BENEFICIOSO ENTONCES, ¿POR QUÉ NO PRACTICAMOS MÁS DEPORTE?

Porque nos invade la pereza, el miedo a fracasas y las excusas dominan nuestra mente. Buscamos motivos y razones, dónde no los hay, así que para obtener estos beneficios, no nos queda más remedio que combatirlos.

¿Cuáles son las excusas que solemos poner a la hora de hacer deporte?, ¿cómo puedas combatirlas?

  • “No estoy de humor, no me apetece”. Te pones barreras artificiales, pues realmente no necesitas un estado de ánimo concreto para realizar tu deporte. Te pones y ya está. Luego vendrán las emociones positivas. Además, está comprobado que éstas surgen una vez que nos ponemos en marcha; no antes. Es como si pretendiéramos estar felices encerrados todo el día en casa y sin hacer ninguna actividad que nos reportara placer, ¿crees que sería posible? Si no estás de humor, has de cambiar tu pensamiento, hablarte a ti mismo de forma positiva. Probablemente tu discurso sea algo parecido a esto: “que rollo, no tengo ganas, total, ¿para qué?, por un día que me quede no pasa nada…”. Pero ¡sí pasa! Al final, un día por otro, dejas de ir.
  • “Estoy muy ocupado, no tengo tiempo”. Está comprobado que las personas que hacen deporte suelen ser más organizadas y encuentran tiempo para disfrutarlo, entonces, ¿por qué tu no? Probablemente porque no priorizas adecuadamente, porque pierdes tiempo en actividades que no te reportan nada y porque te invaden excusas como la anterior.
  • “No soy capaz”: ¡mentira! Hay un deporte para cualquier persona y para cada edad. No tienes por qué convertirte en Usain Bolt, con andar una hora al día a ritmo alegre, basta. Es solo otra excusa más. Si realmente tienes falta de confianza para cumplir con aquel ejercicio que se adapte a tí, a lo mejor tienes que revisar esto, pues probablemente esto te pase no solo en el deporte, sino también en tu trabajo o vida personal.

¿CÓMO LE PONEMOS REMEDIO?

Buscar la motivación solo depende de ti, aunque aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a iniciarte en tu deporte y a mantenerte.

  • En primer lugar, trabaja esas excusas. Nadal decía que su tío lo educó en la teoría del “no hay más remedio”. Cuando pensaba en abandonar en la pista, pensaba esto mismo: la única opción es seguir para adelante. Si se enfadaba y quería tirar la raqueta, una voz en su mente le decía que esa no era una opción posible. Haz eso con tus excusas, cállalas y diles que abandonar no un camino a seguir. Y ¡chitón! con los “Ya, pero…”
  • Ponte objetivos realistas, medibles y alcanzables. No pretendas en dos días ponerte fuerte como Sansón. Hay que ir poco a poco, teniendo en cuenta tu situación actual, tu salud, las posibles lesiones o dolencias que tengas… y cualquier pequeña cosa que congas, ¡recompénsate! Porque en el fondo podrías haber elegido no empezar, y ya que has hecho lo correcto, que menos que sentirte orgulloso por ello.
  • Búscate un compañero de viaje que te acompañe. O dos o tres, que no te fallen, así, os comprometeréis más, por tal de no dejar solo al otro… Cuando somos un grupo y falta un compañero, siempre recibimos ese tirón de orejas si nos hemos escaqueado un día.
  • En la variedad está Hacer siempre lo mismo, desmotiva a cualquiera. Varía el tipo de clases a la que asistes, o simplemente cambia la ruta por la caminas.
  • Habla de tus logros. Comparte con los demás aquello que estás consiguiendo, todos te felicitarán y animarán a seguir y tú te sentirás más capaz, con más autoestima y valorado por los que te rodean.

Seguro que puedes hacerlo, ¡solo tienes que empezar!

 

Si quieres descargar el artículo en pdf, pincha en la siguiente imagen:


 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

Más allá del límite

Este fin de semana ha tenido lugar, en el Poniente granadino, la carrera “Última Frontera” en la que más de 100 atletas ponen a prueba sus límites. Con una distancia máxima de 166 kilómetros, muchos nos preguntamos cómo un deportista es capaz de superar una prueba de tal magnitud; y más aún, cómo son capaces … saber más

Motivar no es dar premios

Muchos entrenadores se estrujan las ideas para averiguar cómo motivar a sus deportistas y sacar lo mejor de ellos. Está claro que una persona motivada rinde mucho más que uno que no lo está y que compite con desidia o por inercia. Pero no todo vale en términos de motivación. Motivación no es tener ganas … saber más

Justo o injusto

Justo o injusto es solo cuestión de perspectiva y por muy lógico que nos parezca, no hay ninguna regla escrita al respecto. Este pasado fin de semana se puso fin a la Liga Adelante, y como siempre, nunca llueve a gusto de todos. Cuarenta y dos jornadas, luchando a muerte para que al final no … saber más

Decálogo para sobrellevar la cuarentena

Consejos para mantener la salud mental durante el Coronavirus Las personas necesitamos libertad, sentirnos que podemos elegir si entrar o salir, si trabajo o descanso, si quedo para tomar algo o me voy a visitar a la familia. Por eso, estos momentos de cuarentena nos resultan tan difíciles: los percibimos como una falta de libertad. … saber más

Aprender a relajarse

Necesitamos liberar el estrés acumulado, pero no siempre sabemos cómo. La gente nos dice: “desconecta, olvídate de todo”, y nosotros lo miramos con los ojos como platos pensando “sí, sí, si eso es lo que me gustaría, pero no sé cómo”. Los síntomas del estrés no son fáciles de llevar. Pueden ir desde sólo una … saber más

Aumento del consumo del alcohol, el otro efecto de la pandemia

La paralización y el confinamiento producido por la COVID-19 ha supuesto la pérdida de rutinas y hábitos que teníamos instaurados. A su vez, nuestro estado de salud mental ha podido verse afectado y en numerosos casos ha provocado el aumento de abuso de sustancias tóxicas, en especial el alcohol, como estrategias ineficaces de combatir procesos … saber más