Creatividad para mejorar

“No toquemos nada, que así funciona bien”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Nos da miedo el cambio, probar cosas nuevas, inventar, innovar, buscar una forma mejor de hacer las cosas… O igual es pereza total. Quizás nos hemos acostumbrado a vivir muy bien en nuestra zona de confort y todo lo que nos haga salir de ahí… “bah, ¿para qué?, ya está bien así”.

La ambición y la búsqueda constante de la mejora es un valor que se deja de lado muy fácilmente. Aún incluso cuando las cosas van bien, siempre hay algo que se puede modificar, que podemos añadir, para que funcione mejor, sea más atractivo para los demás o haga sentir mejor a quien está a nuestro alrededor. A veces creo que esas ganas de superarse y cambiar es algo innato: se tiene o no se tiene. No podemos obligar a las personas a buscar una forma mejor de hacer las cosas, a pesar de los innumerables beneficios que sabemos que esto le puede traer.

¿Cuántas noticias tenemos de equipos en los que sabemos que el vestuario anda revuelto? ¿O que la forma de proceder del club les tira por los suelos su motivación? ¿Cuántos deportistas vemos que no progresan porque sus entrenadores siempre hacen lo mismo? ¿Y en el trabajo: a que muchos de vosotros tenéis una solución en vuestra cabeza que arreglaría un problema en la empresa pero ni os atrevéis a plantearla porque sabéis que no será bien acogida por vuestros jefes? Creo que la falta de creatividad inunda hasta el plano personal: no estamos a gusto con nosotros mismos, sabemos que hay por ahí algo dentro de nosotros que no nos deja avanzar… pero aún así, seguimos haciendo lo mismo de siempre. Albert Einstein decía: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Este hombre, era tela de listo, ¿por qué no seguimos esta semana su consejo?

Hoy te propongo una técnica para buscar soluciones a un problema o generar alternativas creativas. Se llama “Seis sombreros para pensar”. Su creador, Edward De Bono, planteó 6 formas diferentes en las que se puede mirar un problema para encontrar la solución más efectiva. Lo ideal es hacerlo con 6 personas, cada una de las cuales representará un estilo diferente de pensamiento; pero incluso, si estás solo, juega a “ponerte” todos los sombreros de forma alternativa para explorar todas las perspectivas. Los sombreros son:

  • Blanco: son los hechos objetivos, los datos, el análisis racional del problema.
  • Rojo: es el lado pasional, el de las emociones.
  • Negro: representa el lado pesimista, el cauteloso y miedoso, el que hace de abogado del diablo ante las soluciones que se van generando.
  • Amarillo: nos hace ver el lado positivo, optimista, las oportunidades. Responde a la pregunta ¿y por qué no va a salir bien?
  • Verde: implica adoptar la postura creativa, alocada, mirar desde un punto de vista divertido y diferente.
  • Azul: es el que resume todo, le da coherencia y perspectiva global.

Esta semana, escoge un problema que tengas sin resolver y ¡a ver qué sombrero te sienta mejor!

 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

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