Cómo afectan las redes sociales a la salud mental

¿Alguna vez te has parado a pensar cuántas horas al día pasas al teléfono móvil? Lo usamos para todo: escuchar música, hacer la lista de la compra, comprar ropa, planificar nuestras vacaciones, trabajar, estudiar e incluso para comunicarnos con familiares y/o amigos. Y es que piénsalo, vayas a donde vayas, siempre llevas el móvil debajo del brazo, ¿o no?

Para poder contactar con nuestro círculo más cercano, además del teléfono, se necesita tener descargada una red social: WhatsApp, Instagram, Twitter, Facebook, TikTok o Telegram son las más conocidas, pero existen otras muchas. Detente y haz el siguiente ejercicio: ¿a cuántas personas conoces que no tengan, como mínimo, un usuario en alguna red social? ¡No valen ancianos o niños pequeños! Estoy segura de que te han sobrado los dedos de, al mínimo, una mano. Y es cierto: el 80% de las personas de entre 16 y 70 años las utilizan en su día a día.

No obstante, las redes sociales pueden actuar como un arma de doble filo: como herramienta muy positiva y beneficiosa si se hace un uso responsable, pero también tienen consecuencias negativas para nosotros y nuestra salud mental si su uso es desmesurado. Sobre todo, es importante tener esto en cuenta entre los más jóvenes: cada vez los niños y adolescentes empiezan antes a hacer uso de ellas: ¡actualmente comienzan con 8-9 años y les dedican una media de 2 horas y 27 minutos! Veamos cuáles son sus ventajas y sus desventajas para poder, desde la consciencia, elegir la forma en la que queremos que nuestros hijos hagan uso de ellas.

Efectos negativos de las RRSS en la salud mental

  • Ansiedad y dependencia cuando por ejemplo tienen deseo de conectarse, “lo necesitan” y no pueden o no les dejan. La negativa a usarlo, independientemente del motivo, genera la sintomatología ansiosa que cualquier otra adicción podría desencadenar.
  • FOMO o “ansiedad por estar desconectado”: en estos casos, se siente mucha ansiedad y malestar porque se tiende a pensar que se están perdiendo cosas que están ocurriendo en redes.
  • Intensos periodos de tristeza desencadenados por sentirse excluido, por sentir presión, por no caerle bien a otros o por no tener el alcance esperado, entre otros. Incluso, hay ocasiones en las que se puede llegar a rozar la depresión.
  • Trastornos del sueño: una consecuencia predominante entre los más jóvenes y que actúa de desencadenante de problemas en otras áreas (problemas de conducta, discusiones familiares, bajo rendimiento académico, problemas de atención, somnolencia, etc.).
  • Acoso en forma de críticas, burlas, amenazas, intimidaciones… Es uno de los nuevos canales por los que se manifiesta el acoso.
  • Insatisfacción con la imagen corporal: es especialmente importante valorarlo en adolescentes por estar inmersos en una etapa de grandes cambios y ser más vulnerables a los mensajes con los que nos bombardean desde el plano social.
  • Aislamiento: el enganche a las redes sociales puede hacer que descuidemos otras áreas (amigos, familiares, parejas…).
  • Baja autoestima: debido a la comparación continua con otros perfiles (los cuales sabemos que son 80% mentira, solo posan para la foto, pero tienden a vender la imagen de una vida ideal que el adolescente siente que él o ella no tienen).
  • Estrategias inadecuadas de afrontamiento a problemas cotidianos.

Efectos positivos de las RRSS en la salud mental

Pero, ¡tranquilos!, ¡no todo son motivos para preocuparse! Entre las ventajas que nos dan las redes sociales encontramos:

  • Facilitar la expresión de sentimientos.
  • Facilitar la comunicación y acortar la distancia entre personas: ¿a cuántos de nosotros nos libraron de grandes ratos de aburrimiento durante cuarentena? ¿Cuántas veces habéis echado de menos a alguien y verle por Skype o por videollamada os ha aliviado?
  • Reducen la soledad, hoy en día existen redes sociales para hacer amistades nuevas, buscar pareja, conocer a gente con mismas aficiones…
  • Nuevos medios de trabajo (clases online, terapias online…).
  • Ayudan a desarrollar la creatividad.

Ahora que ya sabemos todo lo que las redes sociales pueden aportarnos, tanto para bien como para mal, es importante transmitir este mensaje a los más vulnerables: niños y adolescentes. Recuerda que no se trata de eliminarlas de nuestra vida (¡nos perderíamos todo lo bueno que nos aportan!) sino de utilizarlas de forma responsable.

Sara López Guerra

Psicóloga de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología

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