“Cariño, nos vamos a separar” - Centro de psicología Zoraida Rodríguez

“Cariño, nos vamos a separar”

Cuando se inicia una relación de pareja rara vez hay intención de que esta finalice y menos cuando se plantea formar una familia juntos en el futuro. Sin embargo, aunque en el siglo pasado la norma era que la pareja permaneciese junta “de por vida”, actualmente nos encontramos con un cambio a nivel social y es que ¡divorciarse es algo mucho más frecuente de lo que nos pensamos! Por poneros un ejemplo, en el año 2021 hubo 148.588 matrimonios frente a 91.050 divorcios.

La decisión de poner fin a la relación implica un proceso doloroso cuando somos padres porque por un lado, tenemos que sentir y gestionar nuestras propias emociones y, por otro, dar la noticia, acompañar y apoyar a nuestros hijos para que lo vivan de la forma más natural y sana posible.

Nuestro objetivo va a ser ese: hacer que los niños crezcan a partir de esta vivencia y minimizar todo el daño posible. Pero ojo, es completamente normal que los primeros días, semanas e incluso meses les notemos diferentes: más sensibles, enfadados, tristes, reflexivos o incluso que hagan preguntas inesperadas sobre el tema.

¿Cómo se lo cuento a mi/s hijo/s?

  1. Es importante que, desde el minuto uno, les quitemos la responsabilidad de la decisión: “es una decisión que mamá y papá han tomado, tú no tienes culpa ni responsabilidad. Es como cuando no te llevas bien con un amigo/a porque tenéis opiniones diferentes. Te alejas de él para que los dos podáis seguir con vuestra vida más felices y tranquilos, sin discusiones”.
  2. Cuidado con el abandono: la separación es un problema de pareja, no de la relación padre/madre-hijo/a. Esto hay que remarcarlo bien para no dar pie a confusión. ¡Dejad claro que lo que ha pasado no es que “mamá/papá se ha marchado porque estaba cansado de mí/no quería verme más”.
  3. Otro aspecto fundamental es que les quede claro que pueden hablar de ello cuando lo necesiten o cuando les apetezca. Hay veces que los niños interpretan que sacar el tema es hacerle daño a alguno de los dos, pero la realidad es que si no exteriorizan cómo se sienten y cómo lo están sobrellevando, lo que se guardan para ellos mismos les acaba pesando más con el tiempo.
  4. Preparad una reunión: hablad con ellos cuando la decisión de la separación sea firme. Plantificad cuándo y cómo se lo queréis contar. Siempre y cuando sea posible, lo más acertado es contarle/s juntos la decisión que se ha tomado. Cuando los padres actuamos desde el respeto y el mutuo acuerdo, los niños gestionan mucho mejor la situación.
  5. Obviar detalles: es importante que ellos no sean conocedores de vuestras discusiones, diferencias y/o posible rencor. Todo eso entra dentro de lo que es un divorcio, pero no le estaréis haciendo ningún favor: es importante transmitirles confianza y tranquilidad (¡sois vosotros su principal fuente de seguridad!). Si realmente lo que ha ocurrido forma una parte importante de vuestra trayectoria, cuando sean adultos, podéis hacerle llegar el mensaje. Además, hay algo a nuestro favor: habrá pasado el tiempo y viviremos todo desde una intensidad mucho más manejable.
  6. Certidumbre ante la incertidumbre:nuestros hijos, al igual que nosotros, sufrirán un cambio radical en su mundo. Es importante explicarles qué va a pasar a partir de ahora: días con cada uno, cuál será la casa de papá, cuál la de mamá, cómo se hará su cumple, las vacaciones de navidad, quién le lleva a las clases extraescolares, etc.
  7. Mamá y papá accesibles. Estar en casa de uno de los dos no implica dejar de hablar con el otro: si tenemos ganas de hablar con él/ella o si le echamos de menos, siempre van a poder descolgar el teléfono y llamar.

Si no te ves preparada/o para darle la noticia a tus hijos o si, tras dársela, ves señales de que no lo están gestionándolo bien (bajada de notas, cambios de humor constantes, hostilidad, problemas con sus iguales, aislamiento, problemas para dormir, miedos frecuentes, problemas con el resto de hermanos, desobediencias…), ha llegado el momento de acudir a un profesional.

¡Queremos ayudaros!

Sara López Guerra

Psicóloga de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología

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