
Madres tóxicas, cómo identificarlas y afrontarlas
¿Qué es una madre tóxica?
Una madre tóxica es aquella que, en la relación con sus hijos e hijas se comporta de una forma dañina con ellos: manipula, chantajea, invalida las emociones y las decisiones de sus hijos/as o exige determinadas conductas teniendo solo en cuenta su propio bienestar, sin valorar el impacto de sus conductas en los hijos/as.
Tener una relación con una madre tóxica implica enfrentarse continuamente a críticas de una persona siempre insatisfecha contigo, con el impacto que esto supone en ti, que acabas desarrollando la sensación de no ser nunca suficiente, de no alcanzar ni siquiera el “estándar” (cuando en realidad todo se debe a unas expectativas imposibles de alcanzar, no a que seas insuficiente).
¿Por qué nos sentimos así a pesar de que sabemos que nuestra madre no es realista? Cuando somos pequeños, tanto madres como padres suelen convertirse en nuestra figura de referencia, o como lo llamamos en psicología, tu figura de apego. Se refiere a ese apoyo que usas para aprender a explorar el mundo y al que puedes volver para sentirte protegido/a. Cuando hablamos de madres tóxicas nos referimos al tipo de madre que, por diversas circunstancias, no han sabido establecer este tipo de relación de seguridad con sus hijos, con consecuencias negativas para la salud mental de estos.
Tipos de madres tóxicas
La mayoría de madres tóxicas se mueve en un continuo que va desde el polo de la negligencia al polo de las madres absorbentes.
La madre absorbente y aquella que se excede en sus tareas como madre. Trata de controlar todos los aspectos de tu vida, toma las decisiones por ti, presiona para que actúes como ella actuaría, vistas como ella quiera… En definitiva, te dice lo que tienes que pensar, sentir y hacer. De cara al público parecen madres geniales, entregadas, siempre involucradas en la vida de sus hijos haciendo cosas por ellos. Este perfil suele mostrarse en madres orientadas al éxito o a las que les importa mucho la imagen que dan a los demás, aunque esto suponga para los hijos e hijas mayor sentimiento de inferioridad o la sensación de que no pueden ser ellos mismos si no es para agradar a los demás.
Las madres negligentes transmiten el mensaje de que eres invisible. No se ocupan de sus tareas como madre, no proporcionan apoyo emocional, ni la orientación que necesitan sus hijos. Además, constantemente niegan y castigan las emociones y necesidades de su prole. Este tipo de madres solemos encontrarlo en perfiles de progenitoras que hacen responsables de sus propias necesidades emocionales a los hijos. Son madres que esperan que sus hijos se ocupen de ellas, que escuchen sus problemas de adultos y los solucionen por ella.
Estos estilos no son mutuamente excluyentes, si no que puede ir oscilando dentro del continuo, mostrándose unas veces más absorbente y otras de un modo más negligente
Señales para identificar una madre tóxica
- Tiene elevadas expectativas sobre ti, que te hace saber de forma directa o indirecta. Estas expectativas moldean tu forma de ser. Es probable que tu madre quiera que seas una persona responsable, con éxito, inteligente, bella… Pero a la vez, cuando estás con ella, quiere que te muestres sumisa e incluso inferior a ella.
- Generan dinámicas de codependencia. Se genera una relación poco sana entre la madre y sus hijos/as, donde te hace sentir que sin ella no eres nada, cuando la realidad es que ella te necesita más a ti que a la inversa.
- Disfrazan el control que quieren ejercer sobre tu vida con preocupación y buenas intenciones. Es tipo que detrás del control se escondan comentarios como “yo solo lo digo por tu bien, quiero lo mejor para ti”.
- A menudo proyectan sus propias inseguridades en ti. Es decir, si ellas se sienten inseguras sobre un aspectos físicos o psicológicos de ellas en lugar de reconocerlo en sí mismas, lo trasladarán a ti, como si fuese un tuyo ese rasgo. Por ejemplo, madres que se sienten inseguras con su cuerpo que lo trasladan a sus hijas a través de críticas constantes o intentos por controlar su imagen física (ropa, dietas, ejercicio físico…)
- Manipulación emocional. Muchas veces no van a mostrar reparos a la hora de usar el chantaje emocional y la victimización y, si alguna vez las confrontas con sus propias palabras, le darán la vuelta a la tortilla confundiéndote aún más.
- Desinterés disfrazado de permisividad y confianza. Es típico de madres negligente. Muestran una falsa confianza en ti, diciéndote que ya eres mayor para tomar decisiones y encargarte de ti misma, cuando el en fondo te pueden estar responsabilizando antes de tiempo y/o te están negando su apoyo para explorar el mundo con seguridad.
- En el otro polo al anterior, nos encontramos la sobreprotección, que te hará dudar de todas las decisiones que tomes y te hará ver el mundo como algo que hay que temer.
- Finalmente, podemos destacar que a menudo son madres que necesitan sentirse especiales. Lo van a hacer atribuyéndose tus logros a si mismas o bien van a crear una situación de competencia contigo donde continuamente trata de medirse contigo para ver quién es mejor.
Consecuencias de tener una madre tóxica
Puesto que la relación tóxica se va labrando con los años, desde la infancia más temprana, a veces nos cuesta identificar las secuelas porque tampoco conocemos otro tipo de relación. Suele ser cuando nos hacemos adultos y empezamos a abrir nuestro círculo de amistades y relaciones de pareja cuando empezamos a darnos cuenta de que hay algo que no funciona bien.
Estas son algunas de las consecuencias con las que puedes sentirte identificada:
Sueles anteponer las necesidades de los demás a las tuyas, sintiéndote culpable cuando te priorizas a ti. Normal, en tu relación con tu madre has aprendido que para evitar el rechazo y el abandono necesitas hacer esto.
Tienes la sensación de que no eres lo suficientemente bueno/a, que no estás nunca a la altura de las circunstancias. Producto de años de críticas hacia ti y de expectativas elevadas. Muchas veces esto también se relaciona con una sobre preocupación por lo que puedan pensar los demás de ti.
Defines tu valía en función de lo que haces y lo que haces está determinado por lo que los demás quieren de ti. Esto te hace sentir profundamente insatisfecho/a porque a menudo, ser lo que los demás quieren, supone renunciar a quién eres y qué quieres realmente.
Sueles reprimir tus emociones y evitar a toda costa el conflicto. En el pasado, cuando lo has hecho normalmente ha acabado mal o te han dicho que no tienes motivos para sentirte así. Haciendo esto estás negándote una de las necesidades emocionales más importante, la de sentirte escuchado/a, apoyado/a y atendido/a.
Finalmente, te cuesta mucho tomar decisiones. Ya sea por miedo a fallar o porque necesitas encontrar la decisión perfecta y esquivar el fallo. Esto hace que procrastines o necesitas que los demás hagan de guía por ti.
Cómo manejar la relación con una madre tóxica
Esta parte suele ser difícil, debido a que la madre tóxica rara vez reconoce sus errores y se muestra receptiva a cambiar. Por eso en consulta el primer paso es aprender a identificar cómo ha sido tu historia vital con tu madre, entender de qué forma proyecta ella sus expectativas y problemas personales en ti, para poder reconectar contigo mismo/a. El siguiente paso es aprender a poner límites claros y firmes, aprendiendo en primer lugar a identificar tus necesidades y qué supone tu bienestar psicológico dentro de la relación con tu madre y con los demás.
En estos casos, contar con apoyo externo tanto profesional como de personas de apoyo fuera del ámbito terapéutico es crucial. Un profesional puede ayudarte a identificar todos los procesos inconscientes, trabajar y sanar la autoestima y encontrar un lugar seguro para ti desde el cuál te vincules con tu madre.
Contenido supervisado por Zoraida Rodríguez, directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología.
Zoraida es una psicóloga sanitaria especializada en adultos desde 2005, con experiencia en temas como dependencia emocional, pareja, autoestima, depresión, trastornos de ansiedad y TOC, apoyo a la infertilidad y opositores. Además, cuenta con una acreditación en psicología deportiva y ha trabajado con equipos y deportistas de diferentes disciplinas. Actualmente trabaja en su propia consulta en Granada, involucrada en proyectos interesantes y entregando lo mejor de sí misma para ayudar a sus pacientes a lograr sus metas. Colegiada nº AO05484.
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