Es de bien nacido…

Todos sabemos bien cómo sigue esta frase pero, por desgracia, pocos de nosotros la aplicamos en nuestra vida. Y si no, pregúntate ¿cuántas veces al día has pensado lo afortunado que eres? ¿A cuántas personas les has dado hoy las gracias? ¿Por cuántas circunstancias has parado tu ritmo frenético y has dicho “me debería sentir agradecido por esto”?

Y es que la verdad sea dicha, siempre estamos a disgusto con todo. Si tenemos trabajo porque tenemos muchas obligaciones y tareas que cumplir; si jugamos en un equipo, porque el míster “sólo” nos ha sacado medio tiempo; si somos entrenadores, porque no estamos en la categoría en la que siempre hemos soñado; si… Así con todo.

Me pregunto por qué. Quizás el motivo sea que nos han inculcado la necesidad de ser más, tener más, llegar a más. Además de que el hombre es inconformista por naturaleza. Cuando nos establecemos un objetivo y lo alcanzamos, ya no nos llena. El concepto de ser feliz y sentirse pleno parece que es, como yo digo, “una nube etérea que sobrevuela nuestras cabezas”, algo que queda bien por encima y que no podemos tocar, palpar, asir… Algo que nunca podremos alcanzar. Puede que esta insatisfacción general del ser humano sea provechosa en cuanto nos empuja a no conformarnos con lo que tenemos y de esa forma nos hace crecer buscando nuevos retos y oportunidades.

Sin embargo, no es sano vivir siempre en ese inconformismo y estando a disgusto con todo. ¡Claro que podríamos estar en una situación mejor! Pero… ¿te has parado a pensar en quien está peor que tú? Hay a quien no le consuela esto pues automáticamente su cabeza responde “ya, pero es que con quien vivo veinticuatro horas al día es conmigo mismo, así que a mí me duele lo mío”. Y es cierto. Creo que eso te puede ayudar un tiempo. Un tiempo en el que te paras a analizar tu problema, y buscar las posibles soluciones. Pero vivir siempre dirigiendo nuestra atención a lo que nos falta, nos impide ver lo que sí tenemos.

Una vez al día, piensa: ¿cuántos de tus compañeros quisieran jugar al menos ese medio tiempo?, o ¿cuántos otros jugadores ni siquiera tienen la oportunidad de jugar en un equipo? No tienes lesiones, entrenas duro, te llevas bien con la mayoría de tus compañeros ¿por qué te empeñas en ver solo lo que te falta? ¿Cómo te sentirías si no tuvieses aquello de lo que te estás quejando: ese puesto, esos minutos, esa gente que re rodea…? Piensa también en todo lo que te hace bueno, ganarás en confianza. ¿Por qué no te paras a dar las gracias, a sentirte satisfecho con lo que tienes y a buscar más sí así lo deseas, pero sobre la base de estar agradecido con lo que tienes? Es más, ¿por qué no das las gracias a los de tu alrededor? Seguro que ellos tienen también mucho que agradecerte.

 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa PARA IDEAL GRANADA

Deja una respuesta

Post relacionados

Aumentando la confianza (parte I)

La semana pasada, comentamos algunos factores que inciden directamente en la falta de confianza de los deportistas (en general, de todas las personas). En este artículo, vamos a desarrollar cómo trabajar algunas de ellas. El lenguaje es uno de los factores que más afecta a la confianza y es que las personas estamos continuamente hablándonos … saber más

Soy una persona tímida o padezco fobia social

¿Qué es la timidez? ¿Cómo es una persona tímida? Coloquialmente, se define timidez como el sentimiento de miedo que hace sentir a una persona insegura e incómoda en determinadas situaciones y que, con una intensidad y frecuencia muy acusadas, puede afectar a sus relaciones interpersonales y limitar un funcionamiento social adecuado. Una persona tímida no … saber más

¿Cómo abordar la excesiva tristeza en la infancia?

Las emociones son algo universal, que todos poseemos, independientemente de la edad, género, lugar de procedencia, etc. En el post de hoy vamos a centrarnos en una de las emociones básicas, la tristeza. Además, vamos a centrarnos en su papel en la infancia y cómo gestionarla. La tristeza aparece ante situaciones de pérdida, por ejemplo, … saber más

Madres tóxicas, cómo identificarlas y afrontarlas

¿Qué es una madre tóxica? Una madre tóxica es aquella que, en la relación con sus hijos e hijas se comporta de una forma dañina con ellos: manipula, chantajea, invalida las emociones y las decisiones de sus hijos/as o exige determinadas conductas teniendo solo en cuenta su propio bienestar, sin valorar el impacto de sus … saber más

Cómo reconocer si tu hijo siente presión en su deporte

Cada vez tenemos más interiorizado la importancia de que nuestros hijos tengan hábitos de vida saludables, y entre ellos, claro está el deporte es uno de ellos. A día de hoy es raro el niño o la niña que por las tardes no esté apuntado a alguna actividad extraescolar deportiva. El deporte es inherentemente competitividad, … saber más

El trabajo mental, el arma secreta de Fátima Gálvez

Fátima Gálvez, una talentosa tiradora española, ha demostrado su destreza y habilidad en la competencia de foso mixto en los Juegos Olímpicos. Con su dedicación, entrenamiento arduo y determinación, ha llegado a lo más alto del podio, convirtiéndose en una campeona olímpica. Centro de psicología Zoraida Rodríguez ha formado parte de su equipo de apoyo, … saber más