¿Confianza sin esfuerzo?

Imposible y así se tiene que ver. Sin esfuerzo, no hay confianza. El primer paso para desarrollar tu confianza es dar el cien por cien en todo aquello que hagas. Si no es así, las dudas te asaltarán por completo, pues a la hora de la verdad sabes que no lo has dado todo, que tienes carencias, que podrías haberlo intentando un poco más. Así de claro se lo planteo a mis clientes cuando vienen a trabajar su seguridad a mi consulta.

En el caso de los deportistas, hay un primer factor que les permite obtener resultados sin contar con el esfuerzo: su talento. El talento es aquello que, de forma innata, sé hacer y se me da bien. Depende de tu genética y de tus cualidades físicas y psicológicas. Por ese motivo unos deportistas se dedican al fútbol y no al tiro con arco, pues todos estaremos de acuerdo en que las habilidades que se necesitan para un u otro son bien diferentes. Además, en el deporte, solemos empezar desde muy jóvenes y mientras nuestros entrenadores nos van enseñando la técnica, el talento nos permite coger las enseñanzas al vuelo y ejecutarlas sin problema. Los resultados llegan como de la nada y todo el mundo alrededor del deportista le augura un gran futuro: “tú vas a llegar lejos”, “serán un gran tenista”, “este chico conseguirá grandes cosas”.

Esos éxitos tempranos se convierten en una línea de crédito permanente que le da pie al deportista a olvidarse de que sin esfuerzo, no hay resultados, y por tanto, la confianza se hace añicos. El talento le dio un colchón de seguridad que le permitió ir avanzando en su deporte sin esforzarse demasiado, y le permitía tirar la toalla cuando encontraba alguna dificultad; total, ya llegará el talento y suplirá esta carencia con algún que otro buen golpe de suerte.

Pero el éxito no se vale sólo del talento. Bien importante es que ayudemos a nuestros jóvenes deportistas a darse cuenta. Pues luego los encuentro en mi consulta sin entender por qué le llegaron esos bloqueos mentales, por qué de repente ya nada sale bien y se mina su confianza.

La confianza no se debe entender cómo un estado de ánimo, como una emoción que tengo a la hora de competir. Como si fuera un subidón o un chute motivacional que me da fuerza para enfrentarme en un momento puntual (la competición) a todo lo que venga. La confianza es una saca, en la que cada día, meto una piedrecita, que es la que hace que, ocurra lo que ocurra, me mantenga bien sujeto al suelo y no me haga caer tras un posible fracaso. La confianza se basa en que en cada entrenamiento, me esfuerzo y voy mejorando mi técnica; me esfuerzo, y mi físico y mi resistencia mejoran; lucho y sé que desarrollo en mí una cualidad mental que me permite resistir sin dejar de avanzar; me esfuerzo y me levanto cuando caigo. ¡Ahí está la verdadera confianza! ¡Recuerden! El primer paso para tener confianza es el esfuerzo.

Zoraida Rodríguez Vílchez
www.zrpsicologos.es
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Post relacionados

El líder pedagógico

¿Deben los líderes cultivar sus competencias pedagógicas? Para mí, la respuesta, sin lugar a dudas, es SI. Todo entrenador, sea del deporte o nivel que sea, transmite a sus deportistas una técnica concreta, una táctica para la competición, e incluso, la actitud que se ha de mostrar en el terreno de juego. A todos nos … saber más

En el deporte como en el emprendimiento

El jueves pasado tuvimos la suerte de tener en Granada a Elías Casado, tirador de esgrima que actualmente se encuentra en el 4º puesto del Ranking Nacional en Categoría Absoluta y que tiene un sueño: participar en los Juegos Olímpicos de Río en 2016. En una intensa charla comparó su sueño con el que podemos … saber más

Olvidar un 9 a 1

En esto deben estar los jugadores del Granada tras la abultada derrota con el Real Madrid este pasado domingo. Tarea dura y que han de resolver de forma rápida ya que la mente tiene que estar limpia y despejada para, ahora sí, un duelo más de tú a tú. Pelear contra galácticos no es fácil … saber más

Es de bien nacido...

Todos sabemos bien cómo sigue esta frase pero, por desgracia, pocos de nosotros la aplicamos en nuestra vida. Y si no, pregúntate ¿cuántas veces al día has pensado lo afortunado que eres? ¿A cuántas personas les has dado hoy las gracias? ¿Por cuántas circunstancias has parado tu ritmo frenético y has dicho “me debería sentir … saber más

¿Qué es un mitómano? Causas y síntomas

“Bueno, es una mentira piadosa”, “ha sido una mentirijilla, no tiene importancia” “solo te he mentido para que no te preocuparas”. ¿Todas estas preguntas te son familiares? ¿Las has escuchado o pronunciado muy a menudo?Existe una diferencia esencial entre mentir esporádicamente, respondiendo a tus factores de personalidad y el contexto en el que te encuentres, … saber más