Año Nuevo: nuevos objetivos

¿Por qué fracasan los propósitos de Año Nuevo? ¿Por qué, quizás, ya a estas alturas ni hemos empezado a cumplir un solo día aquello que nos propusimos?

 

Todos tenemos buenas intenciones, pero con eso no basta. Si realmente quieres iniciar un cambio en tu vida lo primero que debes plantearte es: ¿Por qué quiero hacerlo? Y ¿para qué quiero hacerlo? Son preguntas muy diferentes y ambas importantes. El “por qué” refleja nuestros motivos; el “para qué” la finalidad, la intención. Veamos un ejemplo. Javier se ha propuesto salir a correr. Su “por qué” es que desea encontrar nuevos retos, superarse cada día y su “para qué” es para estar más sano y bajar algunos kilos. El propósito de Lorena es cuidar más a los suyos, su “por qué” hace referencia a sus valores (porque la familia y los amigos son importantes, porque lo que no se cuida se diluye…); su “para qué” es para recuperar lo que ha perdido, se ha dado cuenta que ya no tiene esos momentos de felicidad con ellos, de distracción, de apoyo… y se siente más sola. Con estas dos preguntas, tendrás un paso ganado en tu motivación.

 

Ahora, no podemos establecer un objetivo de cualquier manera. Estos son los errores que debes evitar a toda costa:

  • Demasiados a la vez. Te pierdes en el camino, seguro. El que mucho abarca, poco aprieta, ya lo dice el refrán. Más vale que te pongas dos y los cumplas, que quince y no llegues a ninguno.
  • Ser muy general, poco específico. Si te propones ser más sano, con que hoy te comas una manzana y no esa barrita de chocolate, ya lo has conseguido, ¿verdad? Pero esto no es lo que tú querías realmente, ¿cierto? Ir dos veces a la semana al gimnasio y evitar comer fritos es mucho más concreto y no se consigue en una sola vez, lo puedes mantener durante todo el año.
  • Usar objetivos en negativo: no fumar, no enfadarme, no comer hamburguesas… Tu cerebro no entiende la palabra no, y al final en tu mente solo aparece ese cigarrillo tan placentero, o esa hamburguesita tan rica…. ¡ummm!
  • Guardártelos para ti: si comunicas a tu círculo más cercano tus propósitos, será más improbable que los incumplas, más que nada por la vergüenza de decir que no fuiste capaz.
  • Tenerlos sólo en tu mente: debes tener tus objetivos por escrito. Por un lado, siempre que dejamos algo por escrito, solemos comprometernos más con ello. Por otro lado, así podrás hacer un chequeo e ir evaluando si los estás cumpliendo o no.
  • No desglosarlos. Nos ponemos un objetivo a largo plazo y pretendemos que la motivación y las ganas superen todos los obstáculos. Adelgazar 20 kilos para finales de año o mejorar al final de la temporada en mi deporte, se ve, muy, muy lejano. Procura poner metas a medio y corto plazo, que te hagan ver tu objetivo asequible.
  • Poner objetivos irrealistas e inalcanzables. Así, ¿quién va a empezar si quiera?
  • Que no dependan de ti en exclusiva. Cuando las cosas dependen de otros, te desesperas y desistes con facilidad. Además, ¡es que dependen de otros! ¿qué objetivo personal es ese?

 

 

Sigue estos consejos y ¡verás cómo consigues lo que te propongas!

 

Zoraida Rodríguez Vílchez

www.zrpsicologos.es

@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

Motivación para opositores

Actualmente existen en España miles de personas preparándose para opositar. Los opositores buscan en las academias la preparación teórica necesaria para obtener una plaza, pero en la mayoría de las ocasiones descuidan el entrenamiento de otras de las habilidades necesarias que se necesitan para ello: hablar en público, manejar el estrés, el miedo y los … saber más

¿Por qué mienten las personas?

Empezamos a mentir a los 5 años, cuando nuestro cerebro está preparado para distinguir realidad de fantasía y se hace consciente de que puede utilizar esa mentira con algún fin. Nuestros hijos empiezan “mintiendo” jugando (“Mamá, vamos a hacer que tú eres la seño y yo la alumna”), puesto que la definición de la mentira … saber más

Me enfado demasiado

Todo el mundo se pone furioso de vez en cuando. De hecho, tan común es esta emoción, que tenemos numerosas formas para describirla: irritación, furia, ira, molestia, enojo… Lo malo es cuando lo numeroso no son la cantidad de sinónimos que existen sino las veces que la sentimos. Hay personas que se enfadan continuamente. La … saber más

El duelo. Cuando alguien se nos va.

La muerte de Luís Aragonés este fin de semana pasado me hace caer en el fenómeno del duelo. El duelo es el proceso emocional por el que pasamos cuando perdemos algo o a alguien. Es una reacción natural ante la pérdida de algo que consideramos que es nuestro: un familiar que fallece, una pareja que … saber más

Controlar la ira

No es la primera vez que hablamos de la ira, y es que el enfado es quizás una de las emociones que más nos suele descontrolar, nos hace pasar de ser DoctorJeckyll a Mister Hyde en décimas de segundo. La idea no es evitar las emociones, pues todas tienen su función. En el caso de … saber más

Diferencias entre psicólogo y psicoanalista

Si estás dudando si elegir iniciar terapia con un psicólogo o un psicoanalista, lo mejor es que entiendas las diferencias entre ambos. Vamos a empezar por definir el objeto de estudio de cada uno de ellos y veremos las diferencias en su forma de trabajar. Un psicólogo estudia los procesos mentales en tres niveles, cognitivo, … saber más