¿Qué son y cómo funcionan los pensamientos intrusivos? - Centro de psicología Zoraida Rodríguez

¿Qué son y cómo funcionan los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos son aquellos pensamientos que no son voluntarios, simplemente aparecen en nuestro cerebro de repente, de forma aleatoria. Todos, absolutamente todos tenemos pensamientos intrusivos que se pueden activar en cualquier situación y decirnos cualquier cosa, sobre cualquier tema. Normalmente los reconocemos para luego simplemente hacerlos a un lado y seguir haciendo la tarea que estábamos realizando.

Cuando aparecen este tipo de pensamientos, la diferencia en lo problemáticos que serán está en la manera en la que nos relacionemos con ellos.

Si cuando me aparece un pensamiento intrusivo, aunque sea algo que evaluemos como desagradable (por ejemplo, girar bruscamente el volante mientras conduces) nuestra manera de relacionarnos con ese pensamiento es dejarlo pasar y aceptarlo como lo que es, una idea aleatoria que viene a nuestro cerebro, no supondrá ningún problema en nuestra vida.

Si, por el contrario, ante ese mismo pensamiento, nos asustamos y lo interpretamos como posible señal de, por ejemplo, no querer vivir, o de querer hacer daño a otros seguramente nos genere mucha ansiedad. Eso nos llevará a querer evitar ese pensamiento y otros relacionados y se generará un problema mayor, como por ejemplo dejar de conducir.

¿Por qué aparecen pensamientos repetitivos tan desagradables?

Necesitamos de la capacidad de tener pensamientos espontáneos con el fin de ser capaces de resolver problemas y ser creativos. De esta forma, podemos saber cómo actuar en una nueva situación o imaginar ideas nuevas o inventar algo nuevo.

Necesitamos un generador de pensamientos que pueda darnos nuevas ideas. Sin embargo, este productor de pensamientos puede generar también otros tipos de ellos y creemos que estos pensamientos desagradables provienen igualmente del generador de ideas. Tenemos también una capacidad para reaccionar al peligro, de forma útil, y para anticipar el mismo. El sistema de detención del peligro existe para protegernos: este es el papel de la ansiedad.

Por una serie de razones diferentes, el generador de ideas y el sistema de detección del peligro parecen estar asociados más fuertemente en algunas personas. Este sistema parece reaccionar en exceso actuando como si hubiera un tigre esperando en la esquina, cuando, de hecho, lo que hay es un gatito. De modo que cuando el generador de ideas y el sistema de detección del peligro reaccionan conjuntamente en exceso, estos pensamientos se perciben con mucho malestar y puede dar lugar al intento de evitación de estos y que el problema aumente.

¿Qué consecuencias tienen estos pensamientos recurrentes en la mente y el cuerpo?

Como hemos mencionado anteriormente, en muchas ocasiones el sistema para detectar peligro de nuestro cerebro se activa al tener estos pensamientos desagradables.

Si al tener un pensamiento intrusivo, lo interpreto como un pensamiento peligroso, como el ejemplo del que hablamos antes (girar bruscamente el volante mientras conduces) se activará el sistema de alarma de mi cerebro, preparado para protegernos ante los peligros y eso accionará todos los síntomas de la ansiedad. Estos síntomas tienen la función de salvarnos del peligro, de un supuesto tigre, por eso nos activa el cuerpo y la mente.

Debido a que el peligro no es un tigre, sino un pensamiento, estos síntomas se evalúan como muy desagradables.

Los síntomas experimentados en el cuerpo pueden ser: palpitaciones, presión en el pecho, síntomas gastrointestinales, tensión muscular, aceleración de la respiración, etc.

Por otro lado, los síntomas más cognitivos, es decir, a nivel mental son rumiación, evitación, miedo, dudas, inseguridad, culpa, malestar general, juzgarnos por tener estos pensamientos, etc.

¿Qué diferencia hay entre los pensamientos obsesivos y los intrusivos?

Al inicio de este artículo definimos los pensamientos intrusivos, pero, ¿Qué son entonces los pensamientos obsesivos?

Las obsesiones se definen como pensamientos recurrentes y persistentes, que son indeseados y que causan un malestar significativo a la persona. Se intenta evitarlos, suprimirlos o neutralizarlas mediante otros pensamientos o actos.

Las obsesiones pueden presentarse en forma de pensamientos, sensaciones, imágenes o impulsos. Además, las obsesiones son egodistónicas, es decir, van en contra de los valores de la persona, por eso les asustan.

En la siguiente tabla podemos apreciar mejor las diferencias:

¿Cómo eliminar los pensamientos obsesivos?

Los pensamientos obsesivos no se pueden eliminar. Justo ese objetivo es el que hace que el malestar se incremente.

Cómo hemos mencionado son ideas que aparecen en todos nosotros y es imposible eliminarlas, el objetivo adecuado sería aprender a gestionar todos esos pensamientos, cambiar la forma en la que nos relacionamos con ellos para romper el círculo vicioso que hace que estos se incrementen, por lo que una buena gestión por supuesto hará que se reduzcan y los que vengan no nos generen este malestar ni interferencia en nuestra vida diaria.

El trabajo con este tipo de pensamientos es algo complejo, por lo que si sientes ansiedad por ellos o están haciendo que evites ciertas cosas, no dudes en pedir ayuda.

En Zoraida Rodríguez Psicología, podemos ayudarte.

Andrea López Caballero

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