Te dejo, pero seamos amigos

“Seamos amigos”, es una frase que escuchan muchos de los pacientes que acuden a mi consulta. Marta, la escuchó, cuando Javier la dejó por cuarta vez. Esta ya era la definitiva. Tras una relación de vaivenes, de altos y bajos, en los que de rozar el cielo pasaban al infierno en segundos, su pareja decidió que había que poner fin a la relación. “Todo pasa factura, y ya no es como antes, pero te sigo queriendo y no quiero que estés fuera de mi vida: no salgas de ella”, le decía. Y Marta, muerta de amor y entre lágrimas, asintió con la cabeza, firmando así el camino de tortura que le haría llegar hasta mí en busca de una solución.

Después de aquella tarde llena de sentimientos de abandono, Javier se tomó un tiempo, no la llamaba y contestaba de forma secante a los intentos de Marta de saber de él, de quedar… Ella se sentía rechazada y no podía dejar de llorar. Recordaba lo abandonada que se sintió cuando la dejó y se juraba no dar más el primer paso, hasta que los buenos recuerdos la inundaban y volvía a caer. La mayoría de las veces, las respuestas eran cortantes, si es que las había, lo que la hundía cada vez más. Pero un día el sol brillaba y un gran arco iris iluminaba el cielo de Marta, pues un mensaje en el móvil decía: “Buenos días, princesa. Ten un gran día”. De ahí, no era raro pasar a “cuánto hemos vivido juntos, en el fondo te echo de menos…”. Y cuando Marta se ilusionaba y le insinuaba volver, él se alejaba. La relación se caracterizaba por una ambivalencia total.

En otras ocasiones, el comportamiento de Javier era objetivamente de amigos, pero ella se ilusionaba por cualquier cosa que le decía, veía lo que ella quería ver. Sólo pensaba él, revisaba de forma compulsiva sus redes sociales, su estado de Whatsapp, pasando de la ilusión a la ira más terrible si lo veía feliz sin ella o subía fotos con otras chicas.

“Seamos amigos” no es una opción que funcione ni siempre, ni fácilmente. Sobre todo si se dan dos condiciones:

  • Un miembro de la pareja aún está enamorado.
  • El otro miembro mantiene una conducta ambivalente, dando una cal y de arena, creando falsas esperanzas y manteniendo enganchado así al otro. Puede que no lo haga de forma consciente, puede que sea el miedo verdadero a quedarse solo, pero no podemos hacer del refrán “ni comes, ni dejas comer” nuestra guía de conducta.

Decir no a “seamos amigos” no es una opción fácil, te va a doler, vas a sentir el dolor de la separación aún más (ya que sabes que el otro quiere estar cerca de ti, aunque de distinta forma) y la ansiedad te jugará malas pasadas. Sin embargo, quizás sea lo único que está en tus manos para no alargar la agonía, para salir de este túnel, buscar otras oportunidades, y encontrar por fin tu felicidad.
 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

Mal de amores

El viernes es… ¡San Valentín! Lo de santo tiene que venir por la paciencia que reparte, porque estar en pareja no es nada fácil y a veces se convierte más bien en una tortura. Este viernes es el día de las rosas y los dulces, de las cenas románticas y los regalos, pero… ¿y qué … saber más

¿Cómo abordar la excesiva tristeza en la infancia?

Las emociones son algo universal, que todos poseemos, independientemente de la edad, género, lugar de procedencia, etc. En el post de hoy vamos a centrarnos en una de las emociones básicas, la tristeza. Además, vamos a centrarnos en su papel en la infancia y cómo gestionarla. La tristeza aparece ante situaciones de pérdida, por ejemplo, … saber más

¿Por qué darnos un tiempo con tu pareja puede ser una mala idea?

Muchas de las personas que acuden a mi consulta vienen con dudas acerca de su relación de pareja. Hay quien está inmerso en una relación de dependencia emocional, quien duda de si su pareja es manipuladora o quien se ha enamorado de otra persona. Otros se plantean si aún siguen queriendo a su pareja porque … saber más

Propósitos de Año Nuevo

Todos los años el mismo ritual y todos los años el mismo abandono. A lo mejor tu eres de los atletas que se propone este año entrenar más duro, o el tenista que promete tomarse los entrenamientos más en serio, o eres el entrenador que jura y perjura que este año, ¡motivará como nadie a … saber más

Optimismo inteligente

La esperanza es lo último que se pierde. Si así lo decides tú. Al final esta frase no es más que una creencia: o lo crees o no lo crees, y por tanto, si la haces efectiva o no con tu actitud de cada día. ¿Cuántas veces te has esforzado por conseguir algo y sentías … saber más

Emociones: podemos elegir

Este fin de semana he empezado otro año más en la Copa Covap, en la que cuentan conmigo como psicóloga deportiva para trabajar con los jóvenes deportistas y ayudarles a mejorar su rendimiento deportivo a través de la psicología. En esta ocasión el tema que trato con ellos son las emociones en el deporte. No … saber más