Problemas de comunicación en las familias | Zoraida Rodríguez Centro de Psicología

Problemas de comunicación en las familias

La comunicación es una de las grandes asignaturas pendientes en nuestra sociedad. De lo que quiero decir, hasta lo que el otro entiende y es capaz de devolverme como respuesta, hay numerosos pasos que no tenemos en cuenta.

En la familia, muchos de los problemas que surgen en el día a día, muchas de las razones por las que se llegan a conflictos que rompen las relaciones, se deben a factores de comunicación. Es curioso cuando miembros de una misma familia acuden a consulta cómo cada persona tiende a percibir la situación de forma diferente, basándonos en sus esquemas y creencias.

¿Por qué hay problemas de comunicación en familia?

Si queremos comunicarnos eficazmente con nuestra familia, debemos aceptar que somos diferentes en nuestra forma de pensar. Cada persona percibe la realidad de forma diferente a cómo la perciben los demás, según sus impresiones sensoriales, sus creencias y sus experiencias personales previas, y siente y actúa en consonancia con esa visión de las cosas. Cada persona tiene unos mapas de cómo deberían ser las cosas y mapas de cómo nos gustarían que fuesen. Cuando nuestro punto de vista no coincide con los mapas de los demás, nos sorprendemos y tendemos a pensar que la persona está equivocada. A veces, hasta nos cuesta entender cómo el otro ha llegado a pensar eso, no caemos en cada uno de nosotros vemos la vida con cristales y ópticas diferentes.

Hay, principalmente, tres grandes factores que llevan a los problemas de comunicación en la familia:

  • Relacionadas con nuestra forma de percibir: la capacidad de nuestra atención es limitada, por lo que no podemos procesar toda la información, externa e interna, que nos puede llegar en un momento determinado. Nuestra mente ignora la información para poder procesar mejor la que le parece más relevante. Nuestras creencias, valores y experiencias contribuyen a configurar nuestra percepción de la realidad.
  • Relacionadas con cómo emitimos los mensajes: muchas veces nuestros mensajes son malinterpretados. En ocasiones el origen será que no hemos emitido correctamente el mensaje. A veces no tenemos muy claro qué queremos comunicar ni cómo queremos hacerlo. Otras veces el mensaje no es claro porque utilizamos códigos que se prestan a confusión (gestos equivocados, el mensaje implícito…).
  • Relacionadas con la descodificación (cómo percibimos e interpretamos los mensajes): muchas veces distorsionamos los códigos verbales y no verbales que recibimos del emisor y los interpretamos de forma inadecuada. Al recibir un mensaje captamos solo una parte del mensaje emitido. Las distorsiones pueden deberse a nuestro estado emocional, a factores ambientales de la comunicación como los ruidos o nuestro propio estilo cognitivo. Por todo ello, el mensaje que reconstruye el receptor es con frecuencia muy diferente al que quiso enviar el emisor.

En muchas ocasiones, solucionar un conflicto familiar implica aprender una nueva forma de comunicarse, ponernos delante del otro, usar toda nuestra empatía y querer solucionar el conflicto. La ayuda de una persona que medie, coordine y dirija estas intervenciones es de gran ayuda para solucionar los problemas en la familia.

¿Te ayudamos?

Zoraida Rodríguez Vílchez
Directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología

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