Ansiedad por la comida. ¿Qué puedo hacer? - Centro de psicología Zoraida Rodríguez

Ansiedad por la comida. ¿Qué puedo hacer?

¿De dónde viene esta ansiedad por la comida?

Cuando hablamos de comer emocionalmente o ansiedad por la comida, nos referimos al hecho de recurrir a la comida como una manera de hacer frente a nuestras emociones, normalmente aquellas que nos suelen resultar desagradables, como el estrés, tristeza, ansiedad o aburrimiento, en lugar de comer por respuesta al hambre fisiológica, esto es, de acuerdo a las señales de hambre y saciedad.

La persona que come emocionalmente ha encontrado, a lo largo de su vida, el comer como una forma de alivio temporal de sus emociones. Esto es algo que nos pasa a todas las personas y no es algo malo en sí. El problema está cuando es la única herramienta que tenemos para gestionar nuestras emociones. De esta manera, se encuentra un alivio temporal al comer, pero después aparecen otras emociones como culpa, vergüenza o disgusto con uno mismo. Es un ciclo que puede ser difícil de romper y puede contribuir al desarrollo de problemas añadidos.

La ansiedad por la comida es el resultado de diferentes factores que afectan a la vida de la persona y, como comentamos anteriormente, suele aparecer porque hemos encontrado que con la comida aliviamos temporalmente el malestar, bien porque así lidiamos con nuestras emociones difíciles o bien porque nos distraemos de los problemas. Son muchos de los factores que pueden desencadenar esto, e incluimos problemas de ansiedad, estado de ánimo bajo, estrés, sentirse solo… de manera que se desencadena la necesidad de buscar consuelo en la comida.

Otros de los factores, sumamente importantes, son los sociales y culturales. Actualmente, hay unos estándares de belleza y peso, y continuamente recibimos mensajes que asocian una figura con la valía. Además, en nuestra cultura, la comida está asociada al placer y celebración, por lo que hay un factor reforzante aquí. Otros factores que pueden estar afectando, son biológicos, como pueden ser problemas en la regulación del hambre y la saciedad, desequilibrios hormonales, falta de sueño, etc.

Cuando nos planteamos por qué tenemos ansiedad por la comida, es importante mirar ciertos factores que han influido en nuestra vida, como han sido las experiencias pasadas, heridas emocionales derivadas de experiencias relacionadas con la comida, el peso y comentarios y presiones culturales, entre otros.

¿Qué puedo hacer al respecto?

En primer lugar, es importante ser consciente de cómo nuestra relación con la comida está afectando nuestra vida. La ansiedad por la comida puede manifestarse de diferentes maneras y no es igual para todas las personas. Para empezar, identificar las señales sería importante. Entre muchas de estas señales, podemos identificar en qué momentos aparece, como en situaciones de estrés, enfado o aburrimiento.

De igual manera, si se están dando atracones, esto es, episodios en los que se come grandes cantidades de comida en un periodo corto de tiempo, también sería una señal para pensar que hay algo que quizás no estoy gestionando bien a nivel emocional. Otras señales importantes podrían ser la aparición de sentimientos de culpa o vergüenza después de comer, pasar mucho tiempo pensando en la comida, planeando qué comer, contando calorías o restringiendo la ingesta de alimentos, tener una relación conflictiva con la imagen corporal, con sentimientos de insatisfacción hacia el cuerpo y la apariencia, preocuparse por el peso, etiquetar alimentos como “buenos o malos”…

Si presentas algunas de estas condiciones, es probable que no tengas una buena relación con la comida. Ante esto, es importante conocer por qué comes de manera ansiosa, identificando qué emociones son las que suscitan esta ansiedad. Una parte importante es también entender qué hay detrás de esta necesidad de comer, y para ello hay que entender qué está cubriendo, qué necesidad hay.

Además de esto, hay algunas prácticas que nos pueden ayudar, como son el mindfulness o atención plena para estar en el momento presente y desarrollar mayor conciencia de tus emociones y comportamientos relacionados con la comida, de manera que se pueda identificar los desencadenantes; desarrollar habilidades para el manejo de estrés también es importante, y hacer ejercicios como yoga, respiración profunda también podrían ayudar.

¿Debo acudir a un profesional?

Si te identificas con algunos de estos síntomas que hemos comentado y sientes que la comida y tus emociones están relacionadas de manera que te genera malestar o consideras que es problemática, puede ser útil buscar apoyo de un psicólogo, para explorar tus preocupaciones y aprender estrategias para manejar la ansiedad por la comida.

El tratamiento para la ansiedad por la comida a menudo implica abordar tanto las emociones subyacentes como los patrones de comportamiento relacionados con la alimentación. Esto puede incluir diversas herramientas, como técnicas de manejo del estrés y habilidades para regular las emociones, pero también incidir en qué está pasando a la base. Esto es, qué necesidades no están siendo cubiertas, qué creencias hay, etc. A su vez, trabajar con un nutricionista para desarrollar hábitos alimenticios más saludables y aprender a comer de manera intuitiva en lugar de en respuesta a las emociones, sería también recomendable.

Tener una buena relación con la comida puede llevar tiempo y esfuerzo, pero sí es posible lograrlo. Si crees que necesitas ayuda para ello, estamos aquí para ayudarte.

Jessica Morillas Hyde
Psicóloga general sanitaria en Zoraida Rodríguez Centro de Psicología

Post relacionados

La ira: Doctor Jekyll o Mister Hyde

El deporte es una de las principales facetas de la vida en la que observamos como en un segundo una persona puede pasar de ser el Doctor Jekyll a Mister Hyde: de médico paciente y sabio a un temible y agresivo personaje. En un momento y ante un suceso desencadenante, como un gol inesperado, un … saber más

Motivar no es dar premios

Muchos entrenadores se estrujan las ideas para averiguar cómo motivar a sus deportistas y sacar lo mejor de ellos. Está claro que una persona motivada rinde mucho más que uno que no lo está y que compite con desidia o por inercia. Pero no todo vale en términos de motivación. Motivación no es tener ganas … saber más

“Cariño, nos vamos a separar”

Cuando se inicia una relación de pareja rara vez hay intención de que esta finalice y menos cuando se plantea formar una familia juntos en el futuro. Sin embargo, aunque en el siglo pasado la norma era que la pareja permaneciese junta “de por vida”, actualmente nos encontramos con un cambio a nivel social y … saber más

Quien manda es la cabeza

Seguro que alguna vez has sentido cómo tus dudas, tus nervios, tu miedo a que las cosas salgan mal han tirado por la borda todo lo que habías entrenado o no has alcanzado un resultado tan bueno como esperabas. ¿La culpa? La cabeza, sin duda. Son todos esos pensamientos negativos que de repente aparecen, y … saber más

Justo o injusto

Justo o injusto es solo cuestión de perspectiva y por muy lógico que nos parezca, no hay ninguna regla escrita al respecto. Este pasado fin de semana se puso fin a la Liga Adelante, y como siempre, nunca llueve a gusto de todos. Cuarenta y dos jornadas, luchando a muerte para que al final no … saber más

Consejos para los padres. Revista Desafío

Marta tiene 15 años, y tiene una gran afición: correr. Empezó con solo 9 años, cuando Nuria, su madre, la apuntó a las actividades extraescolares que ofrecía su colegio. Ahora Marta ya está en un centro de competición, entrena todos los días dos horas y compite muchos fines de semana. Tiene talento para la velocidad, … saber más